Por: Consuelo Bonnelly
Muchos personajes públicos de nuestro país y del mundo piensan que son los líderes que deben ser adoptados por todos para dirigir los destinos de las naciones y de las instituciones públicas y privadas que existen.
El hecho de que son personas que se han propuesto influir y lo han logrado y que han desarrollado pasión por el hecho de conseguir que numerosos seguidores les apoyen les permite mantener la falsa percepción de que son las opciones que nos conviene a todos elegir, para que depositemos en ellos la confianza de representarnos en el proceso de toma de decisiones que al final nos viene afectando a todos.
Si bien es cierto que la investigación del liderazgo reconoce que las personas dinámicas y con confianza en sí mismas han sido efectivas en la mayor parte de las situaciones de liderazgo, también es cierto que hay un factor que también es imprescindible para el liderazgo: la integridad/honradez y que brilla por su ausencia en muchas personas que creen merecer el calificativo de líderes.
Integridad significa respetar nuestros principios morales y actuar con base en esas creencias. La falta de integridad y honradez trae consecuencias severas en las organizaciones, contribuye a que exista en ellas un clima propicio para faltar a la ética y a las leyes. No puede sorprendernos entonces que con la existencia de tantos “líderes” que no cultivan este importante rasgo, el ambiente general del país y de muchas de sus instituciones genere mucha desconfianza, todo como consecuencia de un liderazgo inmoral.
Los lideres inmorales no son honrados, no cumplen sus promesas y compromisos con otros, no tratan a los demás de manera equitativa, conceden privilegios a los seguidores que halagan a su ego y recompensan en base al favoritismo en lugar de tomar en cuenta los méritos y el buen resultado de los esfuerzos .
Los líderes inmorales se llevan todo el mérito cuando hay éxito, pero culpan a otros cuando las cosas salen mal. Piensan que los seguidores son un medio para lograr un fin y se hacen los chivos locos si estos cometen actos incorrectos, no actúan en función del bien común y solo piensan en sus necesidades y objetivos personales.
Por el contrario el liderazgo moral significa dar importancia a los principios y valores morales, es ser humilde, honrado y sincero, es respetar a las personas, es cumplir con los compromisos, es luchar por la equidad, asumir la responsabilidad, alentar y fomentar el desarrollo de los otros, es convertirse en un ser de servicio y defender valerosamente lo correcto, colocando siempre el interés personal subordinado a un propósito superior y al bienestar general.
Si queremos dejar de dar traspiés, superar la frustración, la desconfianza, la decepción y acabar con las prácticas de mal comportamiento generalizado que nos tienen asqueados a todos, tenemos que dejar de apoyar a cualquier líder, necesitamos encontrar y exigir que los nuevos líderes sean morales.
Para profundizar en el concepto de liderazgo moral les invito a ver un interesante video conducido por el Dr. Manuel Guillen Parra de la Universidad de Valencia.
Para profundizar en el concepto de liderazgo moral les invito a ver un interesante video conducido por el Dr. Manuel Guillen Parra de la Universidad de Valencia.
Muy de acuerdo. Vivimos en una época donde parece ser que el líder inmoral está de moda, donde en principalmente en nuestro país esos líderes han dejado esa honradez e integridad guardados en un armario. Necesitamos recuperar eso!
ResponderEliminarPartiendo desde lo que es la integridad y la honradez, podemos darnos cuenta de que en este país no elegimos a nuestros líderes por sus características o valores sino por lo que nos ofrecen que al final nunca vemos y es por eso que si no cambiamos esto seguiremos como estamos. Debemos empezar la búsqueda de aquel líder, prácticamente utópico en este mar de ignorancia.
ResponderEliminarIndiscutiblemente a pesar de los errores que han confrontado a nuestro país a lo largo de su historia han sido muy pocas las personas que han surgido a los que se podrían llamar en verdad Líder.
ResponderEliminarNos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad en donde el ámbito moral no se lleva a cabalidad y donde solo se ejecuta lo que los “superiores” quieren. Es cierto que ha muchos lo han de nombrar como honrados o dignos, pero ¿Qué hay mas allá de los discursos y promesas que manifiestan?
Por tanto, dando énfasis a lo leído estoy totalmente de acuerdo a que no solo por que una persona diga ser dinámico o de confianza, no nos debe dar la certeza de que sea un líder, pues los resultados evidencia que estos solo buscan su propio beneficio sin importar quien salga afectado.
Y en base al video me llaman la atención las siguientes ideas: El líder influye en nosotros…es a quien seguimos libremente…en el líder se busca bienes morales (confianza)…no busca beneficio propio, no engaña…las normas y virtudes es lo que hacen que los demás lo sigan… trata a las personas con corazón.
Estoy de acuerdo. Hoy en día nuestros líderes son personas inmorales que solo buscan beneficiarse a ellos mismos. Lamentablemente, estos líderes son elegidos por nosotros mismos ya que nos llenan de falsas esperanzas y al final no cumplen con lo que prometen. Se necesitan personas que cumplan las promesas y compromisos que hacen, así como también traten a todas las personas de igual manera y ayuden a mejorar la situación que se viva en el momento.
ResponderEliminarEstá claro que el que las personas nos sigan no quiere decir que seamos los mejores lideres. Muchos “lideres” en nuestro país carecen de integridad, honradez y de humildad, que son de las características principales que debe tener un líder. Deben ser íntegros y trabajar de acuerdo a los principios y a la moral, a la falta de esto hace que la institución y/o organización, incluso a las personas a las que dirigen, se desenvuelvan de la misma manera que ellos y se provoque una falta en la institución. Al parecer estos valores se han cambiado por egoísmo. Tal y como dice este artículo “se llevan todo el mérito cuando hay éxito, pero culpan a otros cuando las cosas salen mal. Piensan que los seguidores son un medio para lograr un fin y se hacen los chivos locos si estos cometen actos incorrectos, no actúan en función del bien común y solo piensan en sus necesidades y objetivos personales”. Necesitamos líderes que hagan todo lo contrario a esto. Pienso que debemos cambiar la forma de elegir nuestros líderes para que así nuestras decisiones tengan menos consecuencias negativas y también abrir la mente de nuestros “lideres” para que se den cuenta lo que el grupo necesita y merece.
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